
Los aromas evocan emociones; nos permiten deleitarnos con los recuerdos. Nada influye en nuestro mundo emocional con tanta intensidad y rapidez, porque los estÃmulos olfativos llegan al centro emocional de nuestro cerebro a través del sistema lÃmbico. ¿Recuerdas recoger flores de niño? ¿El aroma de las margaritas, o el aroma de un paseo por el bosque y el aroma de las fresas frescas? El mundo de los aromas es tan multifacético y colorido como nuestro hermoso mundo vegetal. Un mundo que nos permite soñar, olvidar y aspirar a cosas nuevas, o que nos permite conservar los recuerdos del pasado y de nuestros seres queridos.

Los perfumes representan emociones, recuerdos, la sensación de seguridad infantil, el mundo de la sensualidad. El lujo evoca la sensación de consentirse con algo especial. Las esencias aromáticas, los extractos valiosos y los perfumes son como tendencias de moda especiales. Siempre han sido un reflejo brillante de la sociedad y su búsqueda de algo especial, de lujo y reconocimiento social. Nada nos da más individualidad y realza nuestra personalidad que la cuidadosa selección de una fragancia.
